Lo que hace grande a nuestro país son sus principios de justicia, democracia y libertad. Lo que hace grande a Estados Unidos es su Constitución y el estado de derecho que garantiza que nadie está por encima de la ley y que el sistema legal funciona de manera justa y confiable.
Pero cuando las personas se convierten en objetos de juego para los que controlan el poder en lugar de que el poder provenga del pueblo, Estados Unidos deja de funcionar.
Lamentablemente, los sistemas legales creados y diseñados para brindar responsabilidad, seguridad y protección ya no están funcionando como deberían. Por eso ha llegado el momento de que juntos, todos nosotros, construyamos y reinventemos un futuro que aún no existe, pero que sí puede funcionar.
Un futuro donde los salarios sean dignos; donde las familias trabajadoras no solo puedan mantenerse frente a la inflación, sino también salir adelante. Un futuro donde la juventud pueda volver a creer en la posibilidad de tener un hogar propio. Un futuro de seguridad y confianza, donde podamos creer en quienes tienen la responsabilidad de protegernos. Un futuro donde no se nos juzgue por el color de nuestra piel, sino por nuestras capacidades y nuestra integridad.
Un futuro donde, sin importar nuestro origen, cada persona trabajadora que contribuye positivamente a nuestra sociedad pueda, por fin, salir de las sombras y tener un lugar en la mesa. Un futuro donde los únicos servidores sean aquellos a quienes elegimos. Necesitamos líderes que entiendan que el servicio público es un deber, no un juego. Para mí, nunca se ha tratado del poder. Siempre se ha tratado de las personas. Soy Lisa Ramirez, candidata al Congreso por el Distrito 40 de California.